Terapia de pareja

No todas las parejas que acuden al especialista en busca de ayuda son candidatas para iniciar un proceso terapéutico. Realizar una TP significa adentrarse en el interior de uno mismo y sentir el deseo de cambiar pensamientos, sentimientos y conductas para lograr que algo compuesto por dos personas, la pareja, funcione. Si uno de los miembros ha dejado de querer al otro, es imposible comenzar un proceso que requiere esfuerzo personal para conseguir algo que realmente no se quiere conseguir. En este caso se puede ofrecer una terapia de divorcio, más acorde con sus estados afectivos, realizando una intervención mediadora que favorezca la desconexión de los dos, sin traumas y vele por el bienestar de los hijos consiguiendo que no pierdan a ninguno de sus progenitores.

Cuando una pareja tiene problemas, el afecto se ha ido reduciendo y en muchos casos tan sólo queda el recuerdo de lo que fue; pero si al compartir experiencias en la primera sesión, los recuerdos permiten esbozar una leve sonrisa, es señal de que algo de cariño queda, aunque sea lejano, y esto permitirá intentar una nueva etapa en la vida de pareja.

Una TP tiene tres pacientes con los que intervenir: un miembro, el otro y la pareja, y los tres, dentro de un sistema mucho más amplio que puede favorecer o dificultar la convivencia. Los problemas pueden ser muy comunes: mala comunicación, aburrimiento, infidelidad, familia/hijos, falta de afinidad en el ocio, desconfianza, poca equidad en el reparto de tareas, incomprensión, falta de apoyo…, pero cada TP es única porque únicas son las personas y únicas son las relaciones que establecen entre ellas para conformar la pareja.

En Psico360 llevamos una metodología que permite, en las dos primeras sesiones conocer, mediante inventarios de personalidad, las facetas individuales de cada persona, poniéndolas en común durante la terapia, y del mismo modo se estudia la manera de proceder de cada miembro en distintos ámbitos de la vida cotidiana, analizando, en común, las diferencias existentes en la forma de comportarse de cada uno de los miembros. Las tareas para realizar en casa son un punto clave de la TP y es a través de ellas como cada persona comienza a advertir que el cambio ha de iniciarse en uno mismo y no en el otro/a como se podía presumir en un principio.

Se comienza trabajando las situaciones, actitudes y conductas positivas lo que permitirá mejorar las habilidades de comunicación y las demostraciones de afecto, dejando para más adelante las situaciones más conflictivas de la relación.

No mantenemos contactos individuales con cada miembro de la pareja, ni llamadas telefónicas, ni cualquier otro tipo de comunicación, por separado; únicamente en aquellos casos en los cuales se observe una disfunción en una de las partes, las sesiones de TP se interrumpirán o pospondrán para atender al miembro que lo precise de forma individual, y siempre se hará con el consentimiento de ambos.

De acuerdo con las necesidades de cada pareja se realizarán diferentes técnicas como role-playing, psicodrama, entrenamiento en respiración, técnicas de programación neurolingüística, etc.

Se trabajan en la terapia las ideas irracionales sobre: «mantener vivo el amor», se establecen listados de gratificaciones y se define el amor en términos conductuales que permitan medir los avances o retrocesos:

«Amar consiste en un intercambio de palabras y actos placenteros entre dos personas durante largo tiempo».

«Amar es tolerancia hacia el otro».

«El amor es lo que yo hago y digo para que la otra persona quiera estar a mi lado, y lo que esa persona hace y dice que me hace querer estar a su lado».

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